En el marco del Día Internacional contra la Lesbo, Homo y Transfobia Yoselín Fernández, Antonia del Solar y Rocío Venegas conversaron sobre ser mujer y vivir fuera de la heteronorma en Chile. En el primero bloque, contamos con la opinión de la activista Kena Lorenzini y en el segundo, con Nicole Rojas, encargada del área de investigación de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, quien nos dio detalles sobre su recién publicado estudio.

Una de las formas de agresión que tiene el patriarcado es la omisión. Para las instituciones, las mujeres lesbianas y bisexuales no existen en su particularidad. Así,  el derecho a elegir ser madres se les dificulta, el sistema de salud las omite. La Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio – que acaba de cumplir 17 años de existencia – quiso darle la vuelta a esa realidad con el estudio “Ser LesBIana en Chile 2018“,  que esclarece las condiciones en que las lesbianas y bisexuales viven en nuestro país.

Respondida por más de 450 mujeres que se identifican lesbianas, bisexuales y trans lesbianas y con un lanzamiento marcado por la conversación y la socialización de experiencias para complementar los datos del estudio, este es el primer documento de esta índole y materializa una consigna que la Agrupación trabaja en sus casi dos décadas de existencia: mostrarse visibles.

La fotografa, sicóloga y activista Kena Lorenzini fue parte del lanzamiento y estuvo presente en Mujeres en Sintonía comentando en un audio la consigna de la campaña ¡Cuidado! El machismo mata 2018  “Las lesbianas existimos y resistimos”. Se refirió a la existencia de referentes como un punto clave, haciendo un llamado – especialmente a las mujeres conocidas- a “salir de las catacumbas”, para que así todas puedan darse cuenta de que no están solas. “Hemos sido y resistido gracias a la fuerza de unas pocas que empezaron a visibilizarse y resistir luego de la muerte de Mónica Briones, a visibilizarnos”, reflexiona.

“Fue llevar a números las experiencias que nos compartían las compañeras”

Socióloga y parte del área de estudio de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, Nicole Rojas compartió la experiencia que significó realizar este estudio, que tiene orígenes en un diagnóstico realizado por la Agrupación el año 2014. “Lo que hicimos fue transformar a número los relatos  que nos llegaban de las compañeras”, explicó, adelantando que pronto van a liberar las bases de datos numéricas, pensando en quienes quieran realizar cruces y profundizar en la investigación.

La realidad económica, las dificultades para sindicalizarse y una observación interseccional de la forma en que la vida de lesbianas y bisexuales es precarizada son algunos de los temas que esta encuesta saca a la luz, arrojando por ejemplo, que un 26,6% de las encuestadas percibe un ingreso menor al sueldo mínimo, ya sea a través de empleos, jubilaciones, etc.

“Estamos abriendo camino y visibilizándonos. Esa visibilización es un arma de doble filo”, explica, refiriéndose al crecimiento de los ataques contra lesbianas, trans, homo y bisexuales, que este año se elevan por los 15, según lo que es posible pesquisar a través de la prensa.

“Con este estudio apuntamos a llegar a los tomadores de decisiones, que sirva para crear políticas públicas, porque instancias como el Sernameg tienen una mirada exclusivamente heterosexual y císgenero. Es momento que se den cuenta de que somos  una realidad humana, como decía Pedro Lemebel”, asevera Nicole, añadiendo que nutrir la memoria histórica y el relato del movimiento lesbofeminista es otro de los propósitos de la publicación.

Sobre el 75% de las encuestadas indicó haber sufrido agresiones en la calle. Sin embargo, la ayuda institucional está muy lejos de ser una opción. En el caso de las agresiones en el plano de la pareja, solo un 9% de las encuestadas ve en la denuncia una salida y de ese porcentaje, al denunciar una agresión, solo un 42% de ellas recibió respuestas satisfactorias, evidenciando la deficiente capacitación en temas de violencia contra las mujeres, que se agrava en el caso de las diversidades.

“Estas faltas en el ámbito institucional tienen que ver con la voluntad política. Necesitamos políticas públicas y presupuesto”, enfatiza, criticando la actual Ley Antidiscriminación por su carácter reactivo, donde tienen que prácticamente matarte para probar la agresión, sin poner foco en la prevención ni en la reparación.

“No porque haya una ley no nos van a seguir matando. Estamos apelando a un cambio cultural, que lo hacen las personas, no las instituciones”.  Para lograr ese cambio estructural, estamos trabajando desde lo comunitario”, explica, aclarando que algo que se repite en las agresiones es que suceden gran parte de las veces en situaciones de marginalidad y aislamiento.

“Mucho carnaval y poca protesta”

“No es lo mismo ser una lesbiana de pobla que una privilegiada”, indica, planeando la urgencia de tener discusiones políticas que cuestionen profundamente el sistema patriarcal. No importa que una municipalidad ize una bandera si no tiene una oficina de Diversidad Sexual. Lo mismo ocurre con organismos públicos como la Fiscalía, que quiere armar un espectáculo con la diversidad aunque llevan tres años sin hacer nada por el asesinato de Nicole Saavedra. Nosotras no nos prestamos para el show”, critíca.

Con las luces que brindó el estudio, pretenden reforzar el trabajo con su comunidad, abarcándolas en su diversidad: “”somos lesbianas con trabajo precarizado, lesbianas de campo, lesbianas estudiantes, lesbianas insulares”. Para eso, pretenden seguir investigando y fomentando distintos espacios para compartir y discutir. Invitan a seguir sus redes sociales para enterarse de los preparativos por el mes de la Visibilidad Lésbica y la organización de actividades para apoyar a la selección de fútbol femenino en el Mundial de Francia 2019.

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