Nuevamente nos reuniremos fuera de la Corte Suprema el próximo martes 20 de junio a las 8 am para seguir acompañando a Nabila Rifo, para decir ¡No! A la nulidad del juicio a Mauricio Ortega ¡No! A la revictimización de Nabila ¡No! A la violencia institucional.

La nulidad de un juicio en términos simples es hacer como que el juicio nunca existió, como si nunca se hubiera realizado nada. Volver a exponer a Nabila a un nuevo juicio es violencia institucional. No solo porque el Estado chileno se ha comprometido a proteger la integridad de las mujeres a través de tratados internacionales, sino que también porque Nabila ya fue suficientemente violentada durante el proceso judicial que -recordemos- fue deficiente, vulneró su integridad como mujer y puso al descubierto aristas de su vida privada con el único afán de juzagarla y cuestionarla pública y moralmente. Además, debió soportar una defensa que se levantó a partir de argumentos misóginos y que, en vez de dedicarse a defender a Mauricio Ortega, se dedicó a atacarla y violentarla.

Mauricio Ortega bien condenado está. Nabila dijo que él fue, no tenemos por qué no creerle. Su palabra fue el principal argumento que tomó el tribunal de Coyhaique para definir su decisión y así es como debe ser: cuando las mujeres somos agredidas tenemos que decir lo que nos está pasando y, como sociedad, tenemos que creerles sino lo único que conseguimos es hacer que las mujeres nos quedemos calladas y la violencia machista se siga perpetuando.

Esperamos que la Corte Suprema no se haga cómplice de esta injusticia que se pretende cometer.

¡No a la violencia y misoginia institucional!