De acuerdo a las autoras, pertenecientes a la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, la nociva tendencia se hace evidente en diversos ámbitos y niveles; por lo mismo es de gran importancia hacer conscientes del tema a las nuevas generaciones.

Vía Diario El Centro, por Daniela Bueno

TALCA.- La Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres acaba de sacar un libro que explora la presencia del sexismo -entendida como la discriminación de las personas por razón de sexo, y que históricamente ha afectado de forma mucho más marcada a las mujeres- en el sistema educativo en Chile. A través de diversas instancias han estado presentándolo en varias ciudades.

Sandra Palestro, integrante de la coordinación de la Red, y autora de uno de los artículos del libro, llegó hasta Talca ayer donde lo hizo en el Instituto Superior de Comercio (Insuco) de Talca.

A ella le parece particularmente interesante poder hacer esta acción en un liceo. “Al conversar con los mismos jóvenes una se da cuenta que son situaciones que están reflexionando, están pensando en esto. Y esperamos que ojalá cada vez sea con mayor intensidad, con mayores instancias de debate, y también al ser mixtas, hombres y mujeres pueden, o deberían, discutir más a fondo”, indicó al respecto.

¿Cuáles son los hallazgos más relevantes del libro?

El más impactante es que el sexismo está presente en todo el sistema educativo, en los textos escolares, en la estructura del sistema educativo, en la organización sindical, en el movimiento estudiantil. Todo el sistema educativo está impregnado de este sexismo. Aquí se hablaba que hay más mujeres en el gremio, eso es cierto, pero si una va más al fondo ve que casi el 90% son parvularias, luego profesoras básicas; y ya cuando entramos a la Educación Media empieza a cambiar, son más hombres. Y después en la academia, en la Universidad, son prácticamente el 80% hombres. O sea también se va reflejando ahí, en la estructuración del sistema de los profesores. Cómo los puestos de mayor jerarquía y más valorados los van ocupando los hombres.

Usted se centró en su artículo en la presencia del sexismo en los textos escolares. ¿Cómo impacta ello en la formación de jóvenes y niños?

Quizás lo más dañino o con un efecto más pernicioso es que en los libros de Historia, y también en otros, la omisión de las mujeres es evidente. Hay muy pocas referencias a lo que hemos hecho las mujeres. Y se presenta a las mujeres o muy pasivas o en roles estereotipados, o  en roles de mujeres objeto, de las mujeres dueñas de casa o madres a tiempo completo. Y sin embargo los hombres sumamente relevados, lo importante lo han hecho ellos. Entonces de eso lo que le va quedando a una es una sensación de inferioridad, de secundariedad, que somos como de segunda clase; entonces somos más inseguras, no tenemos tanta confianza en nosotras mismas. Y no solamente eso, sino también en la selección de las carreras universitarias que queremos seguir, en los trabajos con menor sueldo. Es un sexismo que impregna toda la cultura, todos los ámbitos.

¿Han podido trabajar con el Ministerio de Educación (Mineduc) estos temas?

Hemos tenido algunas conversaciones, pero no hemos hecho un trabajo para el Mineduc, ni tampoco lo vamos a hacer porque nosotras trabajamos independientemente para el movimiento mujeres, para las mujeres en general, en fin, para otros ámbitos. Sin embargo los estudios que hacemos inciden en el Mineduc. Las mujeres que están dedicadas a esto en el Ministerio leen, consultan cosas, reparten estos textos en todas partes. O sea, el conocimiento que se produce también se utiliza en todas partes.

¿Qué se espera de la difusión en establecimientos educacionales como éste?

Estamos empezando a que ellas levanten la voz respecto a una situación que consideran injusta. Las chicas aquí decían ‘no somos iguales poh, por qué estas diferencias\’. Yo creo que si aquí las jóvenes hacen esa observación en la clase es ganancia total.