La Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres fue invitada a participar de la Universidad Abierta, una nueva iniciativa de la Universidad de Chile que ofrece cursos gratuitos sobre temas de interés social. El proyecto alcanzó un número de inscripciones que no esperaban: más 40 mil personas están participando de este espacio. Es en este contexto donde Sandra Palestro y Yoselín Fernández acudieron para conversar junto a la académica María Elena Acuña sobre el rol de los feminismos en el contexto político actual. Para ver el video clickea aquí.

Dejamos aquí un extracto de la conversación que tuvo una masiva audiencia desde distintos puntos de América Latina y el mundo en tiempo real:

Sandra: Respecto del tejido social feminista, si yo entiendo el tejido social como la forma en que las personas nos agrupamos para construir juntas un camino común, para perseguir juntas un interés, yo creo que a eso nosotras antes lo llamábamos organización y tenía cierta formalidad. Teníamos una cierta facilidad para reconocernos y convocarnos e identificarnos: cada organización era clara. En otros tiempos, en otras etapas, incluso antes del gobierno de Salvador Allende, la organización principal eran los centros de madres con un perfil muy claro pero luego, después de la dictadura, esto se transformó en un movimiento aceleradísimo que transformó las formas de organización. El tejido social se transformó completamente con una organización que es bastante más informal, menos permanente, que tiene muchos intereses juntos y también una forma de organización que es bastante mediada por las redes sociales. La forma de organización en la actualidad se parece más a una red que a un conjunto de organizaciones muy definidas. Es una red que se permea, que se intersecta rápidamente y que fluye. Se conoce todo en tiempo real, por lo tanto, también hay una fluidez en la comunicación que permite estas maravillosas movilizaciones.

Yoselin: También diría que tienen orgánicas más flexibles. Ya no es la organización necesariamente partidaria, donde hay un comité central y distintos organismos. Hoy día el movimiento feminista y los movimientos feministas se articulan de otra forma también. Hay una vocación de construir un poder o una relación de manera más horizontal. Por ejemplo, lo hemos comentado y muchas veces no acomoda a la opinión pública: no existen voceras o existen vocerías rotativas o existen vocerías por tema o encargadas que hablan pero no está esa construcción más jerárquicas donde hay una directora o una presidenta o una secretaria general. Hoy día esas dinámicas son distintas.

¿Cómo influye esta forma de organización más flexible o dinámica que mencionaban en la agenda pública? ¿Cómo piensan uds. que el gran tema de la violencia contra mujeres se puede mantener y profundizar en la agenda pública más allá de las palabras de buena crianza?

Sandra: Cuando nosotras nos pensamos en el movimiento feminista, muchas -no sé si todas- nos pensamos frente a un cambio tan profundo, tan estructural, con un adversario que es tremendo como el patriarcado y el capitalismo, entonces forzosamente nuestras aspiraciones tienen un horizonte mayor, nos hemos divorciado bastante de la institucionalidad donde nuestros anhelos, lo que queremos para nuestra vida y la vida de nuestras hijas y nietas sea totalmente distinta a la que vivimos nosotras. Nos es difícil plantear una ley o una política pública. A comienzo de los 90 cuando tuvimos una colaboración mayor de la Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual -como se llamaba la Red al principio- con las instituciones del Estado no salimos principalmente alegres de ahí, fue una gran frustración, bastante decepcionante porque nuestras aspiraciones quedaban reducidas a un mínimo. Fuimos haciendo esta otra opción: en vez de poner energías y esfuerzos en las instituciones del Estado, poner todo en las mujeres, la sociedad, la cultura. Eso más bien ha sido nuestro desarrollo de estos últimos años.

Yoselin: Para la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres hay un concepto que es fundamental que es el continuo de violencia contra las mujeres. Nosotras hablamos del continuo para graficar la dimensión estructural del problema. En ese sentido, las demandas del feminismo, las reivindicaciones se viven mucho en la piel, se viven en el cuerpo y estos estallidos del feminismo del último tiempo como, por ejemplo, fueron las movilizaciones estudiantiles durante mayo del año pasado, tenían mucho que ver con eso. Ahí nosotras hacemos una lectura muy optimista de cómo nosotras las mujeres y feministas somos capaces de hacer esa reflexión, ese traspaso entre algo que me pasa a mí en el cuerpo, algo que en algún momento parecía ser privado y naturalizado, cómo eso se colectiviza y al tiempo en que se colectiviza se vuelve una reivindicación política. Nosotras nos preguntábamos ¿qué pasó entre el mayo feminista y el #8M? Pensamos que hay un mayor nivel de conciencia respecto al continuo de violencia, que es algo que nos afecta a todas con distintos grados pero que es un paragua común que agrupa hoy a las feministas.

Es interesante Yoselin lo que indicas. Creo que coincido con esta hipótesis de que hay más grado de conciencia sobre el continuo de violencia que las mujeres experienciamos de distintas maneras que puede explicar por qué el pasado 8 de marzo se salió con tanta fuerza a la calle. Sin embargo, también hay una reacción contra esto. ¿Por qué se está viendo una reacción tan violenta contra las feministas y también con las mismas mujeres? Recordemos que el contexto del #8M pasado también estuvo circundado por dos femicidios.

Yoselín: sí y también los ataques lesbofóbicos y transfóbicos. A mí me parece que hay dos cosas que son fundamentales y que tienen que ver con este mismo hecho de la desnaturalización de la violencia: creo que desde los medios de comunicación, hoy día se le da una relevancia a los ataques contra las mujeres, lesbianas y personas trans que antes no se les daba. Me parece también que hay algo de eso por una parte, hoy sí es relevante y sí se tiene que pronunciar el Presidente de la República cuando a una lesbiana es agredida brutalmente. Al mismo tiempo, las mujeres se atreven a denunciar la violencia porque tienen conciencia que es un problema social y no un problema privado. De esta forma, el avance de la conciencia feminista tiene algo que ver con esa sensación de recrudecimiento o de que hoy nos agreden más, pero también hay una reacción violenta porque el movimiento feminista y de mujeres se convierte en una amenaza y ante eso, sin duda que hay una respuesta agresiva y violenta de la cultura patriarcal.

Sandra: Cada vez más el feminismo se ha convertido en un peligro, en una amenaza. El patriarcado necesita del disciplinamiento de las mujeres y estos gestos de rebeldía de las mujeres, de indisciplina, de desobediencia es castigado. Están transgrediendo un orden de milenios. Y desde luego, el capitalismo necesita del trabajo no remunerado de mujeres, el trabajo de cuidados y también del trabajo menos remunerado y precario que el de los hombres entonces son amenazas a la fortaleza del sistema que justamente es contra el cual luchamos.

¿Uds. piensan que el modelo neoliberal viene a acrecentar la violencia patriarcal en términos del trabajo precario, del sujeto como mercancía, de la falta de colectivismo, del individualismo?

Quizás el neoliberalismo brilla más por la ausencia de una alternativa, del decaimiento de las teorías socialistas, el neoliberalismo queda casi sin contrapeso y con un aparato ideológico tremendo. Es un enemigo poderoso.

La Red hace la campaña ¡Cuidado! El Machismo Mata. Me gustaría pedirles si uds. me pudieran contar por qué llegaron a esta síntesis ¿Qué queremos evidenciar cuando usamos la palabra machismo?

Sandra: vivimos en una cultura absolutamente androcéntrica. La historia de la humanidad, es la historia del hombre literalmente. El hombre se puso en representación de la humanidad. Lo que hicieron y hacemos las mujeres no tiene ningún valor, ninguna importancia. Nuestra actividad, nuestro rol en esta sociedad es ser madre y dedicarnos a los asuntos domésticos y al cuidado del marido. Esa cultura androcéntrica que se transmite por todos los medios: los medios de comunicación, la publicidad, la educación sexista, la historiografía donde se omite completamente a las mujeres. Eso va generando este androcentrismo que se construye como referente para todas, todos, y todes. Nuestro referente en la cultura es el hombre. La expresión más brutal de ese androcentrismo es el machismo. Lo burdo, lo grosero del androcentrismo es este machismo, de ese sentido de que las mujeres les pertenecen, de que los cuerpos de las mujeres son suyos y son objetos para su placer, todas esas cosas son las que se concentran en el machismo.

Yoselin: En términos de la campaña, hay una necesidad de ponerle un nombre a eso. Esto es en un contexto distinto, la campaña parte en 2007. En 2004 la Red Chilena publica la primera investigación sobre femicidio en Chile, recién el 2010 se tipifica, hay un debate muy importante respecto de eso. Y en momentos donde, por ejemplo, en los medios de comunicación – hasta hoy aún a veces pasa- hablaban de crímenes pasionales, de que los celos y el amor la mataron, hay una necesidad de nombrar el machismo como responsable, como un elemento cultural, como un elemento estructural también, no como una patología de una persona individual. Tiene que ver con esa necesidad de visibilizar y de ponerle un nombre a la violencia, una responsabilidad lo suficientemente estructural y amplia para poder encontrar los elementos comunes de todas las situaciones de violencia que sufren las mujeres. Yo creo que ¡Cuidado! El Machismo Mata, condensa muy bien esa situación que hasta ese momento no se había nombrado.

En términos de transformaciones que están sucediendo ahora y que vienen ocurriendo hace unos quince, veinte años ¿qué les parece las respuestas gubernamentales y estatales de los planes y programas para prevenir la violencia contra las mujeres?, ¿nos ha permitido avanzar en la protección de la vida de las mujeres?

Sandra: es que yo creo que no tiene ese sello, no tiene ese enfoque. No son medidas preventivas, actúan y mal, después ya de consumados los hechos. No es posible políticas preventivas si no se entiende un concepto de violencia contra mujeres que pueda abarcar todas esas situaciones y ver cuál es el fondo y la raíz del problema ¿Qué sacamos con alumbrar más las calles o poner más casas de acogida o más atención psicológica para las mujeres si eso se sigue reproduciendo por todos los medios en una sociedad androcéntrica? Principalmente en la educación, en los medios, en la publicidad, en todo esto que es visible y que está en nuestros ojos y oídos permanentemente.

Yoselin: Hay una crítica muy importante que hacemos en la Red que es que en Chile no existe un concepto de violencia contra mujeres, no existe jurídicamente. Si no existe eso significa que no hay políticas públicas preventivas. Lo único que hay es violencia intrafamiliar y eso nosotras lo consideramos absolutamente insuficiente y el único enfoque para penalizar la violencia que sufren las mujeres, catalogado como violencia intrafamiliar en este modelo jurídico es la sanción penal. La sanción penal no es reparatoria ni tiene un sentido preventivo. Lo que se hace en Chile es que se llega después y, en general, además de tarde, se llega mal. Conocemos una serie de femicidios no resueltos que se investigan de mala forma, donde hay negligencia sobre aspectos básicos en las pericias precisamente porque los operadores de justicia, los carabineros, fiscales, policía de investigaciones, jueces, no tienen absolutamente ninguna noción de lo que significa la violencia contra mujeres y, por lo tanto, muchos de esos espacios institucionales donde el Estado supuestamente está poniendo el énfasis en proteger a las mujeres o eliminar la violencia, lo que hacen finalmente es violentando y agrediendo a las mujeres aún más. La visión que tiene la Red sobre las políticas públicas es de una crítica absoluta.

Comparto lo que han señalado uds. Que se llega tarde, cuando los hechos ya ocurrieron. Todo lo que se conoce del entorpecimiento de los procedimientos e investigaciones. Por internet nos están llegando preguntas: ¿la Red apela al binarismo o se aleja del régimen heteronormativo?

Sandra: hubo una discusión amplia sobre el binarismo hasta que quedó agotada porque más bien ganó la realidad y empezó a surgir como algo absolutamente natural que se fue incorporando en nuestras mentalidades. Sin embargo, hubo una discusión muy difícil y que vale también para el separatismo que es si se podía dar un feminismo sin mujeres, pensando en este binarismo que ya se ampliaba, que ya no era tal, entonces que otras identidades pudieran ser feministas. Era como algo sin respuesta racional porque el feminismo surge de las mujeres por la experiencia que vivimos en nuestros cuerpos sexuados mujer, por lo tanto, el feminismo es con las mujeres o no es. Quizá podemos tener grandes aliades, colaboradores, pero el feminismo se basa en eso, en nuestra experiencia de los cuerpos sexuados mujeres entonces inmediatamente lo imbrinco con el separatismo. Por esa misma razón nosotras pensamos que necesitamos instancias exclusivas de mujeres para hablar de nuestras experiencias que vivimos en nuestros cuerpos de mujeres y eso no se da cuando hay hombres presentes en nuestras reuniones. Eso está demás decirlo porque todas hemos visto que los primeros en pedir la palabra y en decirnos qué hacer son los hombres y no nos dejan profundizar en nuestras propias explotaciones. Pero el feminismo es una propuesta de transformación de la sociedad, de la cultura, de la civilización para todas las personas. En ese sentido no es que seamos separatistas. El separatismo es una cuestión práctica para poder afirmarnos entre nosotras mismas respecto a nuestra valía, esa que nos han negado durante toda la historia.

Yoselin: Tampoco tenemos una visión esencialista o biologicista de lo que significa ser mujer. Nosotras comprendemos que hay una diversidad enorme que es la diversidad de mujeres que somos finalmente, es lo que vivimos, lo que tenemos como experiencia. Hace poco cuando vimos crímenes, por ejemplo, contra personas trans, nosotras eso lo consideramos transfemicidio porque entendemos que son crímenes que se dan en un marco de desigualdad de género donde lo masculino siempre está en una posición de dominación frente a lo femenino.

Sandra: Claramente los cuerpos feminizados también sufren violencia patriarcal.

Otra usuaria también pregunta ¿Qué opinan sobre el hecho de que algunas figuras públicas, por ejemplo, Jacqueline Van Rysselberghe, se autodenominen feministas? Complementando, lo que vemos también es un vaciamiento. El feminismo ahora circula como una etiqueta y es preocupante que vaya a vaciarse de contenido y de historia.

Yoselin: Yo pienso que hoy día todas, todos, todes quieren ser feministas y eso da cuenta de la relevancia y el valor. Yo siento que es una victoria de las feministas: hoy día ser feminista ya no está satanizado como era antes porque todos vieron que aunque llamaron a no marchar, a no ir a huelga, fue la movilización más masiva, al menos, desde la vuelta de la democracia en Chile. Hay, como en el caso señalado sobre J.V.R., un oportunismo de lo que significa ser feminista. Yo siento que hay una claridad muy importante respecto de eso sobre qué tan amplio puede ser el feminismo y es que el feminismo está contra toda forma de dominación y opresión ó sea el feminismo nunca va a ser opresor, nunca va a ser conservador, nunca va a ser de derecha básicamente. Esa es una claridad importante que todas las feministas tenemos. A mí me da la impresión de que desde la opinión pública o un sentido común más masivo eso también se ve burdo: que un partido como la UDI o, no necesariamente de derecha pero sí de sectores conservadores tomen la bandera del feminismo.

Sandra: Ahora todos saben de feminismo. Los medios de comunicación le han dado tribuna a cuanto hombre ha querido hablar sobre feminismo. A nosotras no nos parece raro, es parte del androcentrismo, seguramente lo que dicen los caballeros es lo que va a ser opinión.

Yoselin: Estamos en un momento de disputas de sentido, de disputas ideológicas y los desafíos y proyecciones de hoy que nosotras vemos es precisamente poder dar un paso más allá, poder articularnos con distintas organizaciones sociales, que el feminismo se entienda así como dijo Sandra no como una cosa de mujeres, sino como una propuesta radical de transformación de la sociedad. Esa es una base importante. Estamos en ese proceso de construir propuestas y reivindicaciones que no necesariamente van hablarle al Estado porque estamos hablando de una transformación cultural. El momento que se viene, el desafío que tenemos las feministas es una cuestión súper bonita: tenemos una base, una demostración de fuerza, hay descontento, como decimos nosotras, los diagnósticos están hechos y es el momento de construir y para eso es importante esto, reflexionar en conjunto, el acumulado histórico, volver hacia las antiguas referentes del feminismo, volver a los 80, volver a los 30, volver a los inicios del siglo XX.

Sandra: Lo primero es considerar que el feminismo lo construimos todas, cada una aporta desde el lugar en el que se sitúa. Será con las académicas y con las activistas por acá y con las especialistas de no sé qué de por allá: el feminismo lo hacemos todas. Por eso mismo a la articulación tenemos que ponerle esfuerzo todas. Si queremos juntarnos a estimularnos tenemos que trabajar desde cada una, teniendo la mente abierta para comprendernos. Lo otro, la elaboración de propuestas me da la impresión que tiene que ser un proceso simultáneo. No nos sirve de nada hacer varias propuestas y ponerlas en práctica contra el sexismo en la educación si no lo hacemos también al mismo tiempo contra los medios de comunicación sexistas, contra la publicidad, contra los videojuegos, contra los cuentos infantiles, etc. Es una lucha simultánea: en todos los frentes porque todos se retroalimentan. La idea es aportar con nuestras particularidades, experiencias y talentos desde los espacios donde nos movemos.