Carta escrita por la auditora Karina Alfaro Escalante

Sres.

Radio Santiago – 690 AM

En relación con un programa emitido por su emisora el día de ayer, el que por casualidad tuve la desgracia de escuchar en un viaje en taxi, me veo en la obligación de interponer el correspondiente reclamo por los dichos emitidos a eso de las 19:40 horas donde se escuchó a tres panelistas (Enrique, Pato y otro) comentar la situación recientemente vivida por la constituyente Tiare Aguilera.

En ese contexto se vive lo más grave que tiene que ver con la relativización de la violencia hacia la mujer particularmente la vivida por la Srta. Tiare, que responde a una visión profundamente machista en la que se justifica es la acción del carabinero agresor y “las circunstancias” en las que se desarrolló este hecho.

Al respecto cabe señalar que situaciones como esta revictimizan a las mujeres, sobre todo porque son juzgadas y cuestionadas, primero desde el motivo de la detención (violencia intrafamiliar), la presunción de alcoholismo por encontrar botellas en el departamento, alusión a que los insultos supuestamente proferidos por la constituyente son causa suficiente para la agresión sufrida.  Omiten completamente que los carabineros son formados justamente para enfrentar situaciones de crisis, manejo del uso de la fuerza, uso de protocolos en detenciones, que portan armas de fuego, proporcionalidad en el uso de la fuerza y preparación, etc.

El estupor que provocan opiniones como esta, en que las mujeres luchamos día a día por visibilizar la violencia estructural que sufrimos en forma constante, me hacen cuestionar que los editores de este programa (si tienen alguno), o quienes dirigen esta emisora poco comprenden el problema que significa la violencia de género.

Sólo uno de los panelistas (Pato) fue capaz de aportar el antecedente más relevante, y que es, que carabinero es destituido por el uso desproporcionado de la fuerza que además consta en un registro audiovisual. En todo ese análisis ese fue el único antecedente serio. Lo demás no constituyó más que una serie de comentarios retrógrados y anquilosados de expresiones machistas recurrentes que intentan debilitar el relato de las víctimas de violencia hacia la mujer, llegando incluso a compadecer al agresor desde el punto de vista de su subsistencia familiar (como si la víctima tuviese que preocuparse ahora de cómo se va mantener el ex carabinero).

Ahora, si por algún motivo los aludidos comentaristas quisieran ampararse ante tan injustificable tratamiento de la situación y expresiones vertidas, en la libertad de expresión, cabe recordar que la Ley 19.733 sobre las libertades de opinión e información y ejercicio del periodismo, es clara al expresar que la libertad de expresión tiene límites y para el caso concreto opera lo prescrito en el Artículo 31:

“Artículo 31.- El que por cualquier medio de comunicación social, realizare publicaciones o transmisiones destinadas a promover odio u hostilidad respecto de personas o colectividades en razón de su raza, sexo, religión o nacionalidad, será penado con multa de veinticinco a cien unidades tributarias mensuales. En caso de reincidencia, se podrá elevar la multa hasta doscientas unidades tributarias mensuales.”

De igual forma las expresiones vertidas en dicho programa radial transgreden las disposiciones del Código de Ética Asociación de Radiodifusores de Chile – ARCHI:

“Artículo 2º. Son faltas gravísimas el uso de lenguaje obsceno, la representación al aire de actos sexuales o eróticos; la promoción de la pornografía, el consumo de drogas y la pedofilia; la exaltación de la violencia, el incitar al desorden público y la promoción de cualquier forma de delito.”

“Artículo 3º. Son faltas gravísimas toda propaganda en favor de la guerra, toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia, sin perjuicio de sus connotaciones de delito (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Artículo 20)”

En ese contexto es que interpongo este reclamo por considerar que su emisora ha faltado a las normas que regulan su responsabilidad social que tienen los medios de comunicación de ejercer una influencia positiva sobre la sociedad, contribuyendo al fortalecimiento de la democracia y convivencia, a la promoción y respeto de las buenas costumbres, al fortalecimiento de nuestra identidad nacional y al buen uso del lenguaje.

Solicito en lo concreto que se adopten medidas de forma de promover el respeto a las autoridades (Constituyente), a las mujeres y un correcto análisis de lo que constituye la protección frente a hechos de violencia intrafamiliar o violencia contra la mujer, y si no existe esa preparación inviten gente que si pueda tratar esos temas correctamente, evitando que expresiones como las relatadas en este reclamo puedan nuevamente ser manifestadas desde su emisora.

Sin otro particular saluda atentamente a ustedes,