Soledad Rojas Bravo, integrante de la Coordinación Nacional de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres y coordinadora y editora general del libro

Lanzamiento de la publicación Violencia estructural y feminismo: apuntes para una discusión de la Red Chilena. Casa Central de la Universidad de Chile.

Abril, 2019


El libro que hoy presentamos, Violencia estructural y feminismo: apuntes para una discusión, se inscribe en el propósito y práctica permanente de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, de promover la reflexión feminista, generar conocimiento, avanzar en la comprensión política de la violencia, y actuar.  Así, en la práctica política feminista, reflexión y acción se nutren de modo recíproco.

En su acción sostenida, desde 1990 hasta ahora, la Red Chilena ha contribuido a identificar y nombrar distintas expresiones prácticas y simbólicas de violencia hacia las mujeres que, naturalizadas en la cultura, están presentes cotidianamente en nuestras vidas.  

Habiendo aportado sustantivamente a que la naciente democratización del país abordara, desde la legislación y la política pública, el problema de la violencia hacia las mujeres, a fines de los ‘90, la Red Chilena comienza un proceso inverso, crítico a las políticas gubernamentales que no abordan en su integralidad el problema que se trata. La Ley sobre VIF, que el parlamento aprueba en 1994, despolitiza el problema situándolo como un asunto de familia y encubriendo las relaciones de poder patriarcal en su interior. Para el Estado de Chile la violencia hacia las mujeres es concebida hasta hoy como un problema de familia, sin dar cuenta de la complejidad de un fenómeno estructural que se produce y reproduce tanto en los ámbitos público como privado, y nos afecta de una u otra manera a todas. De ahí en adelante, la Red Chilena se orienta principalmente al fortalecimiento del movimiento social de las mujeres y feministas como estrategia de poder, y a repolitizar la violencia contra las mujeres, asunto medular en la mantención del orden androcéntrico.

A comienzo de la década de 2000, y en vinculación con las redes latinoamericanas, la Red Chilena, contribuye a la identificación del femicidio en nuestro país, nombrando lo que la ley VIF ocultó: que son mujeres las principales afectadas por esta violencia específica, y que estos crímenes de odio perpetrados por hombres, ocurren no solo al interior de las familias, sino también en el espacio público, donde mujeres y niñas son asesinadas por femicidas que las agreden sexualmente, las violan y las matan. La reforma al código penal que tipifica el delito de femicidio en 2010, sin embargo, deriva en la inclusión de este nuevo delito en la ley de parricidio, reduciéndolo nuevamente al ámbito familiar, privatizándolo y dificultando dimensionar la magnitud de la violencia hacia las mujeres y su rol en la mantención de un orden político y económico.

En el contexto de la reorientación de su política, la Red Chilena desarrolla a partir de 2007 la campaña ¡Cuidado! El machismo mata, cuyo propósito es establecer las conexiones entre el femicidio, la violencia sexual y la violencia simbólica identificando los patrones comunes que le subyacen. Año a año se instalan mensajes elaborados colectivamente por las organizaciones de mujeres y feministas que integran la Red Chilena en todo el país, lo que le otorga a la campaña pertinencia nacional y local. (Agresores de mujeres fuera de cargos públicos, Aysén, la violencia machista también es tu problema, Ni las mujeres ni la tierra somo territorio de conquista). La campaña tiene la calle como escenario principal y son las organizaciones y colectivos de mujeres y feministas su principal soporte y medio de circulación en todo el país. En este proceso, la Red Chilena fortalece sus espacios de articulación, reflexión y acción; se reúne en asambleas, encuentros regionales, jornadas de formación y promueve la autoformación; realiza diversos estudios y publicaciones; desarrolla crecientemente las comunicaciones generando contenidos propios y diversificando formatos, entre los cuales está el programa radial Mujeres en Sintonía transmitido por más de 15 radios comunitarias a lo largo del país.

En 2011, en medio de las movilizaciones estudiantiles contra el lucro en la educación, cuya demanda central se plasmó en la consigna ‘por una educación pública, gratuita y de calidad’, la Red Chilena posiciona a través de la campaña que esta sea ‘laica y no sexista’, e inicia, con la revisión de los textos escolares que entrega el Ministerio de Educación a escuelas y liceos, una reflexión crítica sobre el sexismo en la educación, uno de los factores clave en la producción y reproducción de la discriminación y violencia hacia las mujeres y las niñas.

En los últimos años, hemos visto un rechazo a los actos misóginos y abusos de poder, ya no como experiencias meramente individuales, sino como hechos que nos violentan como género, lo que estaría reflejando sin dudas una ampliación de la conciencia de las mujeres respecto de la violencia patriarcal. Recordemos el masivo repudio que en 2016 produjo en las mujeres el regalo del empresariado a ministros y políticos: una muñeca inflable para ‘estimular la economía’; o la también masiva denuncia al CNTV en 2017, que en un par de días recibe un récord histórico de 1.693 denuncias (un tercio) de un total de 4.867 ese año, por trato violento y denigrante que dio el matinal de canal 13 a Nabila Rifo, sobreviviente de femicidio perpetrado por Mauricio Ortega,; o la irrupción feminista con las tomas en liceos y universidades en todo el país en 2018. Una verdadera rebelión contra el patriarcado.

Patriarcado que se hace visible en los agresores sexuales y abusadores de poder que por décadas han profitado del silencio y la naturalización de estos hechos en las universidades, escuelas y liceos, como en empresas, partidos, iglesias y familias; pero también los ‘pares’, los compañeros de curso, de trabajo, de partido que, aun sin tener una posición jerárquica en la estructura que se trate, cuentan con el poder que les otorga la cultura patriarcal y misógina.

Las tomas feministas de liceos y universidades, las movilizaciones callejeras contra la violencia hacia las mujeres, por el aborto libre, por educación no sexista, por la identidad de género, por la defensa de la tierra; así como la huelga feminista impulsada principalmente por la Coordinadora 8M, en diversos espacios laborales y estudiantiles en todo el país, forman parte de la acción continuada de los feminismos que, aun en períodos de latencia, ha ido politizando las experiencias inscritas en nuestros cuerpos y las prácticas que las reproducen y naturalizan.

La generación de conocimiento como propósito permanente de la Red Chilena se ha plasmado en diversos estudios y publicaciones que nutren la reflexión y el activismo político feminista. El estudio Femicidio en Chile en 2004, que identificó estos crímenes misóginos, y en continuidad en 2014, la investigación Violencia extrema hacia las Mujeres. 2010-2012, revela que los femicidios frustrados duplican, y más, en cantidad a los que llegan a consumarse, e indaga en otras situaciones afines, tales como el suicidio femicida de mujeres que no ven otra salida a la violencia machista que viven, y el castigo femicida, en que los agresores asesinan a seres queridos de la mujer, generalmente hijas e hijos con el fin de dañarlas psicológicamente.

Entre las publicaciones de la Red Chilena se encuentran el estudio Violencia sexual y aborto (2008), que pone al descubierto la relación entre ambas, situando la problemática en el contexto más amplio de denegación de la libertad sexual y reproductiva de las mujeres; Tipificación del femicidio en Chile (2009), una compilación de ponencias del seminario organizado por la Red en medio del debate parlamentario por la tipificación del delito; Nación golpeadora. Manifestaciones y latencias de la violencia machista (2009); Mujeres y Violencia: silencios y resistencias (2013); y El continuo de violencia hacia las mujeres y la creación de nuevos imaginarios (2015), publicaciones que contienen artículos de diferentes autoras que reflexionan y profundizan sobre la violencia patriarcal; Educación no sexista. Hacia una real transformación (2016) da cuenta del sexismo presente en todo el sistema educativo y sus efectos en la vida de las mujeres, y muestra algunas experiencias de educación no sexista desarrolladas por feministas en distintos puntos del país; Nunca más mujeres sin historia (2018), trata de la omisión de las mujeres en el relato histórico.

Violencia estructural y feminismo: apuntes para una discusión que hoy presentamos pone en relieve la imbricación entre capitalismo y patriarcado en las actuales condiciones de globalización neoliberal, y nos sitúa en el momento presente, en que las políticas neoliberales llevan en grado extremo a la concentración de la riqueza y a la consiguiente precarización de la vida de las personas, y en particular de las mujeres produciendo nuevas formas de opresión.

Violencia estructural y feminismo: apuntes para una discusión es una invitación a la reflexión y a la vez a la acción política en momentos en que la explotación de la tierra a todo trance, el extractivismo, la privatización de las semillas, la existencia de territorios en sacrificio, la destrucción de las comunidades, como resultado del dominio de las economías masculinas lideradas por las grandes corporaciones a nivel mundial, amenazan la vida.